El rechazo y la decepción son dos sentimientos difíciles de entender y de soportar, sobre todo si son los niños quienes los padecen. Por otro lado, la resiliencia es un rasgo que los padres deben fomentar en los hijos para que en el momento de sentirse decepcionados o rechazados puedan superar estos sentimientos sin que afecte negativamente en su autoestima.
